Cuando en el ocaso de mis sueños te encontraba,
Aún afligido el corazón en su dolor gemía,
Navegaba mi alma por sendas desconocidas,
Alterando el tiempo, todo lo que sentía.
Fue por ti que recuperé el sentido,
Ahogando mis temores en el mar de tu olvido,
Confundiendo tu cuerpo y el mío,
Arriesgándome a ganar lo que ya había perdido.
El olor de la lluvia oculta en mis ojos,
Despertaba alocada al mirarte a mi lado,
Aún recuerdo la silueta del cuerpo anhelado,
Fue el sueño… aquel que yo había buscado.
Caminaba cada vez apresurando nuestro encuentro,
Con cientos de palabras para decirte lo que siento,
Un caudal inmenso de caricias y palabras al viento
Fabricadas en mi alma… para posar en tu pensamiento.
A ti te regalé mi alegría,
Mis ganas de vivir esta vida,
El saludo matutino que guardaba en mil palabras de armonía,
Todo aquello que por ti mi alma ofrecía.
Aún afligido el corazón en su dolor gemía,
Navegaba mi alma por sendas desconocidas,
Alterando el tiempo, todo lo que sentía.
Fue por ti que recuperé el sentido,
Ahogando mis temores en el mar de tu olvido,
Confundiendo tu cuerpo y el mío,
Arriesgándome a ganar lo que ya había perdido.
El olor de la lluvia oculta en mis ojos,
Despertaba alocada al mirarte a mi lado,
Aún recuerdo la silueta del cuerpo anhelado,
Fue el sueño… aquel que yo había buscado.
Caminaba cada vez apresurando nuestro encuentro,
Con cientos de palabras para decirte lo que siento,
Un caudal inmenso de caricias y palabras al viento
Fabricadas en mi alma… para posar en tu pensamiento.
A ti te regalé mi alegría,
Mis ganas de vivir esta vida,
El saludo matutino que guardaba en mil palabras de armonía,
Todo aquello que por ti mi alma ofrecía.
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