El dolor se está escondiendo en el alma de los
pecadores,
Y pierdo la razón sin sentido encontrado,
Siento el miedo del tiempo que camina de mi mano,
Y aún no comprendo lo que está pasando,
Cierro los ojos y me veo temblando,
Consumiendo los escritos que aún no he inventado,
Y en mis manos un futuro abstracto que me he regalado,
Que no he aceptado…
Estoy sentado en la esquina de los recuerdos,
Que manipulan lo poco de realidad que poseo,
Con un deseo colgado en el vacío,
Imitando un adagio que no es mío.
Vivo calmado en lo triste de una verdad,
Que a nadie le importa,
Que todos miran desde afuera,
Que todos callan. Y el miedo…
Ya nada pasa…
Aún cuando escribo no encuentro el camino,
Que me recupere del idilio,
Del pecado de haber fingido.
Cuanto tiempo puedo pasar así,
Cerrando los ojos que no son míos,
Ahogando la tristeza en un trago amargo,
Que son los deseos rezagados.
pecadores,
Y pierdo la razón sin sentido encontrado,
Siento el miedo del tiempo que camina de mi mano,
Y aún no comprendo lo que está pasando,
Cierro los ojos y me veo temblando,
Consumiendo los escritos que aún no he inventado,
Y en mis manos un futuro abstracto que me he regalado,
Que no he aceptado…
Estoy sentado en la esquina de los recuerdos,
Que manipulan lo poco de realidad que poseo,
Con un deseo colgado en el vacío,
Imitando un adagio que no es mío.
Vivo calmado en lo triste de una verdad,
Que a nadie le importa,
Que todos miran desde afuera,
Que todos callan. Y el miedo…
Ya nada pasa…
Aún cuando escribo no encuentro el camino,
Que me recupere del idilio,
Del pecado de haber fingido.
Cuanto tiempo puedo pasar así,
Cerrando los ojos que no son míos,
Ahogando la tristeza en un trago amargo,
Que son los deseos rezagados.
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