Quisiera ser parte de tu pensamiento…
Y dejar de sentarme en el deseo,
Esperando el anuncio arrebatado,
De una oportunidad…
Miré las estrellas encenderse,
Cual idea a un pensador,
Maquinando los poemas que escribían,
Las frases que pertenecen a un pecador
Sé que no existe nada que te pueda arrebatar del altar,
Al cual extraña a mis deseos has de llegar,
Pero aún suspiro,
Por ser aquel, a quien jures tu amor.
Las horas van pasando…
Y de mis manos sale el dolor,
La impotencia conjugada en un adiós,
Va camino a las cadenas,
Que matan este amor.
Sé que es tarde para pedir perdón,
Que mi equivocación está dictada,
Y será una bendición…
La que te aleje del que pudo ser tu gran amor.
Y dejar de sentarme en el deseo,
Esperando el anuncio arrebatado,
De una oportunidad…
Miré las estrellas encenderse,
Cual idea a un pensador,
Maquinando los poemas que escribían,
Las frases que pertenecen a un pecador
Sé que no existe nada que te pueda arrebatar del altar,
Al cual extraña a mis deseos has de llegar,
Pero aún suspiro,
Por ser aquel, a quien jures tu amor.
Las horas van pasando…
Y de mis manos sale el dolor,
La impotencia conjugada en un adiós,
Va camino a las cadenas,
Que matan este amor.
Sé que es tarde para pedir perdón,
Que mi equivocación está dictada,
Y será una bendición…
La que te aleje del que pudo ser tu gran amor.
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